Cada alternativa de inversión es única, y el hecho de asumir un mayor riesgo no siempre conduce a una mayor rentabilidad

Cuando vayas a invertir, una de las primeras preguntas que deberás hacerte será: ¿vale la pena invertir? ¿Conviene asumir el riesgo? Una de las valoraciones más importantes para diferenciar una alternativa de inversión de otra, es la combinación del riesgo que vas a asumir con los beneficios o rendimientos que esperas obtener (rentabilidad).

Por regla general, una inversión de mayor riesgo produce mayor rentabilidad. Si no fuese así, dejaría de ser atractiva cualquier alternativa de inversión que reporte los mismos beneficios potenciales que otra con un riesgo menor.

El riesgo está vinculado a la incertidumbre sobre los beneficios que realmente obtendrás al invertir. Puedes ganar más de lo que esperas, menos de lo deseado o, incluso, puedes perder todo el dinero que invertiste. No hay forma de evitar el riesgo porque la rentabilidad nunca estará asegurada.

Cada alternativa de inversión es única porque combina el riesgo con la rentabilidad. Como no todas las alternativas tienen el mismo riesgo, ni la misma rentabilidad, hay dos “leyes” que dicta el sentido común y que deberás considerar al momento de elegir:

  1. Entre dos alternativas con IGUAL RIESGO, debes elegir la de MAYOR RENTABILIDAD
  2. Entre dos alternativas con IGUAL RENTABILIDAD, debes elegir la de MENOR RIESGO

Como ves, no puedes separar el riesgo que vas a asumir con la rentabilidad que esperas obtener, y aunque una inversión de mayor riesgo debiera producir mayor rentabilidad, ten cuidado al momento de decidir porque no hay ninguna garantía de que eso se cumpla. Aceptar un mayor riesgo no siempre conduce a obtener mayor rentabilidad.