Esta vez sí cumpliré mis propósitos. El año que viene empiezo. Para el año que viene lo termino…

¿Te suenan estas frases?

Y al final del próximo año. ¿cuántos de esos propósitos se cumplieron?

¿Por qué no se cumplen los propósitos de año nuevo y qué hacer para resolverlo?

Ahora que estás haciendo scroll mientras tratas de terminar tu lista de propósitos de año nuevo, te interrumpo para que conversemos sobre aquellos que hiciste el año pasado y el anterior y el anterior.

Los propósitos de año nuevo llevan su tiempo, por eso te quitaremos parte de él para que nos cuentes ¿en la lista que estás haciendo estás incluyendo los de los años anteriores?

Si no están, ha pasado una de dos cosas: ¡Enhorabuena! Lograste tu meta. Cumpliste todos los objetivos propuestos para el nuevo año. O no los cumpliste y parece que decidiste desistir de ellos.

Quedémonos con la segunda premisa porque la primera todavía la estamos celebrando: no te fue posible cumplir con tus propósitos de años nuevo.

Y aquí es donde estamos, ¿qué podemos hacer para cumplir con los propósitos del próximo año? o mejor, ¿por qué no se cumplen los propósitos de año nuevo?

Son de lo más diversas las razones que impiden llevar a cabo las metas para el año nuevo y, sin embargo, cada una está íntimamente relacionada con las otras.

Antes de trabajar en cómo  hacer para que los propósitos de año nuevo de hagan realidad, veamos cuáles son las causas  que impiden lograr los objetivos de año nuevo.

Así, cuando examines cada una de ellas, podrás comenzar a hacer cambios en tu vida.

La ausencia de compromiso y el fijarse propósitos generales se encuentran entre las razones que impiden lograr los objetivos que se fijan cada año.

4 razones por las que no se cumplen los objetivos de año nuevo.

Revisemos esas causas que no permiten lograr los objetivos de año nuevo.

Propósitos inespecíficos.

Una de las razones más comunes que influyen en el incumplimiento de objetivos, es que te propones lograr un objetivo muy general, descuidando tu propósito inicial.

Muchas veces el interés en hacer cambios o en quedar bien con los demás o, también,  en ir más rápido, no te deja ver el camino que hay que recorrer y tampoco otras maneras de llegar hasta el propósito final.

Enfocándote un poco más en qué es lo que realmente deseas lograr, podrás facilitar más la obtención de esa meta.

Mejor con ejemplos: Has decidido rebajar 10 kilos este año, lo que con seguridad es un propósito necesario y  por supuesto útil a los efectos de cuidar de su salud. Sin embargo, no sabes cómo hacerlo.

Este propósito, rebajar 10 kilos el próximo año, se volverá efímero si no sabes cómo modificar tu régimen alimenticio o no sabes cómo comenzar un plan de ejercicios o  en cuánto tiempo es posible de acuerdo a tu constitución y estado físico.

Para evitar dejar tu objetivo a medio cumplir, lo ideal es concretar más ese propósito.

Quizá podrías plantearte en lugar de bajar 10 kilos,  rebajar 2 o aprender un plan dietético en enero y ponerlo en práctica ese mismo mes. O simplemente caminar todos los días veinte minutos después de la comida.

Falta de compromiso.

El compromiso va de la mano con la constancia.

El compromiso ocurre cuando te sientes vinculado con una meta final y motivado a llevarlo a cabo. Y la constancia viene de esa propuesta de hacer cada día algo más que te acerque a la meta final.

Para eso debes saber si será posible dedicarle el tiempo que necesita esa nueva tarea que vas a sumar a tu rutina.

Comprometerte con tu propósito, significa que a pesar de los obstáculos que puedan aparecer, no te apartarás de tu meta.

La intención por sí sola no es suficiente. Debes comprometerte a ser constante y trabajar cada día para lograr tu objetivo.

Te enfocas en el objetivo final sin cuidar los pasos previos para lograrlo.

Cuando te fijas un objetivo hay determinados fases que cumplir para llegar a la meta final.

Lo ideal es trabajar de manera constante es la consecución de esas fases previas.

A medida que veas los avances que vas logrando, te sentirás más motivado a seguir adelante convencido de que la meta final también está más cerca.

Ausencia de planificación.

La planificación es el cómo lo vas a hacer.

Todo tiene que ser planificado, desde un viaje, un régimen alimenticio, un plato de cocina, hasta simplemente los asuntos rutinarios de tu día a día.

También debes planificar cómo llevar a cabo tu propósito para el año próximo.

Si te tomas el tiempo para planificar verás cuáles son las tareas a ejecutar, en cuánto tiempo podrás realizarlo, qué necesitas para cada una de esas tareas por separado, el camino a recorrer será más sencillo.

Planificar te permitirá:
  1. Conocer los pasos y los tiempos a cumplir para lograr tu objetivo.
  2. Adaptarte a cualquier imprevisto que pudiera surgir.
  3. Incluir cambios y tiempos flexibles dependiendo de tus objetivos, épocas y actividades que previamente tengas y que puedan surgir.
  4. Cambiar lo que haces para incluir eficientemente lo que deseas lograr.
  5. Medir, analizar y evaluar los cambios que has incorporado y los pequeños resultados que vas consiguiendo que te llevarán a tu propósito final.

La planificación está estrechamente vinculada al resto de elementos que acabamos de mencionar, esto quiere decir, es tan importante como todos los demás.

Planificar también te ayudará a decidir si ese objetivo es adecuado. Si es realmente lo que estás buscando o lo que quieres realizar.

Para llevar a cabo esos propósitos de año nuevo,  no evites la planificación.

Anímate con papel y lápiz,  en el teclado o, si no eres de escribir, con notas de voz en el  móvil, y comienza a “desmenuzar” el paso a paso para lograr el resultado final de lo que quieres obtener.

Y para terminar, lo elemental: ejecuta. Ponlo en práctica. ¡Empieza! Llévalo a la acción.

Ten presente que, si no lo intentas, nunca lo lograrás.

Es muy probable que estés el próximo año repitiendo este objetivo en tu nueva lista de propósitos de año nuevo.

¿Qué hacer para lograr que tus objetivos de año nuevo se cumplan?

La lectura anterior te ayudará a lograr que tus objetivos de años nuevo se cumplan porque te dan una idea de qué has hecho mal los años anteriores y cómo puedes rectificar para que este próximo año sea el año de los resultados.

A continuación, te contamos qué medidas puedes tomar para lograr que tus propósitos de año nuevo se cumplan:

Céntrate:

  1. En objetivos más simples y concretos para llegar al objetivo final.

Convierte ese objetivo final en diversos pasos previos, en objetivos más simples y márcate como meta cada uno de ellos. Llévalos a la acción y celebra cada logro que vas sumando.

  1. En avanzar cada día y ver hacia adelante.

Los pequeños obstáculos que te pueden desanimar van a ir quedando a un lado mientras tú fijes tu atención en esos pequeños pasos que necesitas para llevar a cabo tu proyecto final.

  1. En recordar por qué decidiste iniciar este camino.

Cada vez que creas que no vale la pena, que es mucho esfuerzo, que nuevamente no lo lograrás, recuerda qué te impulsó a comenzar.

Siente la motivación y emoción del primer momento y verás cómo se disipan tus dudas.

  1. Y de  nuevo: céntrate en hacerlo.

Comienza ya.

En resumen:
1. Necesitas:
          -Un propósito específico.
-Sentirte comprometido  y mantener la constancia.
-Enfocarte en metas breves previas al final.
-Planificar,
2. Recuerda:
-Centrarte en objetivos más simples.
-Avanzar.
-Por qué decidiste incluir en tu vida este propósito.
-¡Hacerlo!

La falta de organización, planificación, compromiso, hará que aparezcan razones saboteadoras que te convencerán en dejarlo para después, siempre con la seguridad de que lo harás más adelante. Aunque por experiencia ya sabes que no es así exactamente.

Quizá sientes que también se te va el tiempo en procrastinar. Si algo así es lo que sucede contigo, no dejes de leer este artículo, para saber qué es procrastinar y cómo evitarlo para llevar a cabo tu proyecto.