Convertir el ahorro en una afición es útil, fácil, divertido y satisfactorio

Es muy probable que a lo largo de nuestra vida atravesemos épocas con dificultades económicas importantes. Deudas crecientes y facturas impagadas que se acumulan, son los primeros síntomas que anuncian que estamos a las puertas de un problema financiero.

Ante la aparición de estos problemas, muchas personas tratan de encontrar a los posibles culpables de su mala situación; pero realmente lo único que logran es perder energía, tiempo y debilitar las relaciones personales, e incluso familiares.

Ante una mala situación económica, lo primero que debe hacerse es demostrar la suficiente fortaleza emocional para mantener la calma y mirar con optimismo hacia el futuro. Piensa que de lo que estamos hablando es apenas de problemas asociados con el dinero, y los problemas de dinero pueden ser solucionados.

Mira tu “mala situacion” como una oportunidad para poner en orden tus finanzas personales y familiares, y eso será posible cuando comiences a cambiar tus hábitos.

Una manera fácil de empezar es guardando las monedas del cambio que te den durante el día; al regresar a casa, colócalas en un gran recipiente y disfruta viendo cómo se van acumulando en esa caja mágica. Imagina que es un hobbie y cada vez querrás que se llene más y más rápido. Ese deseo te facilitará tomar la decisión de reducir el consumo de café, refrescos, caramelos o el agua embotellada que compras en la calle; quizás dejes de comprar el periódico matutino, o prefieras disminuir la frecuencia con la que te reunes en el bar con tus amigos. También sentirás el impulso de reducir los gastos del vehículo y comenzarás a utilizar el transporte público; posiblemente decidas ir caminando al trabajo por la satisfacción de poder tirar esas monedas a la caja mágica, en vez de ponerlas en la mano del conductor.

Además, esa caja mágica te ayudará a evitar las compras compulsivas y a racionalizar los gastos del mercado, pero sobre todo será la excusa perfecta para ir alimentándola con un porcentaje de tus ingresos mensuales. No esperes a que te sobre dinero para echarlo a la caja; hazlo cuando apenas lo estés recibiendo. Tu decides cuál es el salario que te estás pagando.

No pretendas que la caja mágica resuelva todos tus problemas económicos, pero es una muy buena manera de fomentar el hábito del ahorro y comenzar a sanear tu economía. Elaborar un buen presupuesto familiar, reducir las deudas más relevantes y encontrar fuentes de ingresos pasivos, son otras acciones que podrás poner en marcha.

A partir de hoy, tu meta es hacer que la caja suene todos los días. Guardar las monedas que te dan de vuelta, siempre estará en tus manos.